sexo, cervezas y algunas otras cosas

2.04.2006

caminos separados

Llevo meses intentando escribir algo sobre este tema, sacármelo de la cabeza e intentar aclararme, pero siempre que empiezo, se me saltan las lágrimas, me inundan los ojos y no consigo pasar del segundo párrafo. Son muchas cosas las que quiero decir, y muy poco el tiempo.

Desde que nos conocemos, hace más de una década, Dani ha sido para mi compañero, novio, amante, cómplice y caballero y lo más importante de todo: mi amigo. Con él he tenido la sensación, desde siempre, de que cosas como el dinero, los conceptos, las tradiciones o las fronteras, no separan a personas que están unidas por algo más fuerte, más que el hierro, o el deseo, o que el mismo cielo; que esas cosas, no nos separan.

Nos conocemos tanto, y hemos vivido tanto...Y sin embargo, ahora miro hacia atrás y siento que me faltan los recuerdos, que al acercarme al final, como Bastian, se me han ido borrando de la memoria. Siento que me faltan tantas cosas por vivir...

Aquella canción de los Panchos le decía al reloj que se parara, que le faltaba tiempo...

Detén el tiempo en tus manos
haz esta noche perpetua
para que nunca se vaya de mí
para que nunca amanezca.

Junto a la puerta número dos de Internacional del aeropuerto de Barajas, escrita en letras de bronce, hay una frase de Miguel Hernández que dice: "Alrededor de tu piel, ato y desato la mia". Cuando se vaya, pasará por allí y no se llevará con él mi pasado, pero sí parte de ese futuro común, que ya no viviré.

Irremediablemente, en dos semanas, se irá a vivir a París. Allí será más feliz que aquí -o no- y, aunque me echará de menos igual que yo a él, estará siguiendo el camino que se ha trazado para su vida. Un camino que nos dolerá a todos y que nadie sabe dónde terminará. Pero, en fin, ese y no otro es el precio de hacerse mayor.

El 28 de Febrero de este mismo año, a las once y media en punto, se acabará de terminar definitivamente para mi el primer cuarto de siglo y ese será, no lo dudo, un punto de inflexión en mi vida. A partir de ahí, irremediablemente, empezará también una nueva etapa de mi vida para la que aún, creo, no estoy preparada.

Soy consciente de que el mundo está lleno de personas especiales, con historias especiales y que la nuestra no es más que una de tantas, con las mismas tonterías y las mismas canciones estúpidas. Para mi, esta ha sido un leit-motiv durante toda mi vida y ahora cobra más significado que nunca:

Saber que te perdí
no ha sido lo peor,
peor fué descubrir
que como tú no hay dos.

Pero es mejor querer y después perder
que nunca haber querido.
Estés donde tu estés te recordaré
y estarás conmigo.

Ay que ver, lo mal que se me dan las despedidas!