sexo, cervezas y algunas otras cosas

6.19.2006

lo más lejos a tu lado

¿cómo se puede estar tan lejos estando al lado? En los últimos meses, mis amigos han emigrado. A Italia, a Francia, a vivir en su propia estrella… en fin, lejos de mi y el caso es que me siento más sola y vulnerable que de costumbre. Quizá por eso, despierto la ternura de las madres, sobre todo de las ajenas.

Las madres son una especie de personas curiosa: cuantas más habilidades sociales tienen, más parece que les cuesta conectar con sus hijos. La mía es una gran comercial y en casa, soy yo quien la entiende a ella. Sin embargo, soy consciente de que cuando he tenido problemas, de que cuando he estado realmente perdida ella ha encontrado un camino, o ha encontrado a alguien que me arrastrara hasta el camino. Y así es como he ido entendiendo el mundo… y a las madres.

Tu madre, a su manera, me fichó a mí para devolverte al camino. a mi! que llevaba ya demasiado tiempo pensando en cómo abordarte, pero sin atreverme quién sabe por qué? Supongo que por respeto. Porque siempre he pensado que hay cosas que uno prefiere vivir en la intimidad, especialmente si no son buenas... aunque la vida siempre se empeña en demostrarme lo contrario, yo me empeño en que el respeto es el silencio... Craso error


“Hable con ella”
decía el título de aquella peli y sin embargo, yo soy incapaz de hablar contigo. Incapaz de llamarte, porque nunca encuentro el momento. Y no es que no lo busque y no piense al respecto de ello.. De echo, en las últimas semanas, lo pienso casi todos los días, pero a ninguna hora me parece la adecuada…

Ahora! Ahora no, hombre, que estará trabajando, y no es buen momento….
Ahora! Ahora no, que está a punto de empezar el partido, seguro que está en un bar lleno de gente gritando y no se oye…
Ahora! Ahora no, que es muy tarde, seguro que está volviendo a casa o algo...
Ahora! Ahora no, que son las tres de la mañana… Joder, lo dejo para mañana…

Y así, se pasó el ahora, el hoy, el mañana, esta semana, la pasada y la anterior, y este mes, el mes pasado, y probablemente, también el anterior.

“…Y un año pasado había
más de Flandes no volvía
Diego, que a Flandes partió”


Yo cuento esto porque sé que a todos en algún momento nos ha pasado, que quieres llamar a un amigo, pero no encuentras nunca el momento. Porque el momento para tomar unas cañas, es el que es, todos lo tenemos claro. Pero el momento para llamar y decir.. “oye, que qué tal estas? Que mira, que no te llamo para salir a tomar nada, ni para nada en concreto, en realidad para nada de nada; solo quería saber cómo estabas, si te apetecía hablar conmigo, saber si te aburres de la vida, o si quizá te podía ayudar en algo, o si… bueno, que si te apetece tomar una caña!”. Al final, las cosas se resuelven así, pero joder lo que cuesta marcar nueve dígitos de mierda!

En fin, a mi me ha costado tanto que he preferido pasar las horas en las que pensaba llamarte, escribiendo esta gilipollez, por si con ella entiendes que lo único que quiero que sepas es que estoy aquí por si te apetece hablar, o te apetece tomar una caña, porque a veces es bueno salir del círculo de siempre y relajarse con alguien con quién no tienes la confianza de la cotidianeidad, y respirar aire nuevo, o no hacer nada, o simplemente saber que alguien estaba pensando en cómo te sentirías. A veces… solo a veces. Ojalá no me esté equivocando. Ya sabes, que estas cosas funcionen es cuestión de cómo caigan, igual que cuando gira un caleidoscopio...