sexo, cervezas y algunas otras cosas

6.30.2006

Gato y ratón

Cuando el mar rompe contra las rocas
cuando el faro de la luna
no es más que un simple compañero
en un eterno y oscuro caminar,
solo tu imagen logra no desvanecerse
en la lejanía, en la pesadilla de la terrible oscuridad.

Juegas conmigo y yo juego contigo,
huyes de mi al tiempo que me persigues
y yo te miento no sé si por egoísmo barato o por egoísmo invertido.

De pronto, todo se detiene.
El juego, así sin más, ha terminado,
tan sólo hay dos miradas que no saben por qué pero se temen
y yo entonces me pregunto quién es cazador y quién cazado.

No sabemos quién pero uno ha caído en la trampa del otro
y hay un momento de entrecortado silencio contenido
en el que no vemos nada, no oímos nada, pero lo sentimos todo.

Nos acercamos muy despacio, como un rayo de luna asustadizo
y es cuando como de la noche al día tu te ríes o yo te miento
eso jamás importó, eso es lo de menos,
lo importante es que volvemos a juar tú conmigo y yo contigo.