sexo, cervezas y algunas otras cosas

2.12.2007

Hay tres cosas en la vida

Hay tres cosas en la vida
que jamás vuelven atrás:
la flecha lanzada,
la palabra pronunciada
y la oportunidad perdida.


Tuve la oportunidad de decirle que le quería, que nunca había sido la vida tan divertida como con él, que con nadie me había sentido tan compenetrada y tan a gusto. Tuve la oportunidad de pedirle que se quedara a mi lado, que saliera conmigo, que me hiciera feliz. Que quería emborracharme con él y ver despegar los aviones al amanecer, que quería cuidarle y escribir lo nuestro en las paredes del destino... Pero perdí la oportunidad.

He intentado ser un caballero pero... pero no puedo evitar desearte.... pero la quiero. Esto también lo cambió todo. Cerró la ventana que aún quedaba entreabierta. Y son solo palabras, pero lo cambian todo. Más fuertes que la distancia, que la amistad, que el amor, y que el olvido, que el deseo y hasta puede que el olor.

Ella lo probó todo, las palabras y los hechos. La estrategia de guerra más elaborada, y la improvisación, el escote y la añoranza. Una oportunidad tras otra, una palabra tras otra. Y no consiguieron el objetivo. A veces es la vida quién decide las flechas y no podemos hacer nada más que resignarnos y construir nuestra nueva vida sobre lo que ha quedado. Jodida es la vida cuando son esos pequeños y maleducados dioses paganos los que juegan con las flechas de la vida, del amor y de la muerte.

Esta noche alguien me ha dicho que esta es la única juventud que vamos a tener en toda la eternidad, que hay que aprovechar todas las oportunidades que nos da y lanzar nuestras propias flechas. En fin, llega San Valentin con sus flechitas paganas. A ver si por una vez, acierta el muy cabrón.